Descripción
Se dice que hace siglos, una vieja vidente profetizó que el último Campbell que abandonaría la isla lo haría sin un centavo. En 1938, esto se cumplió.
Para conmemorar esta leyenda, el símbolo del ‘ojo que todo lo ve’ decora cada botella.
Color: ardientes brasas doradas
Nariz: una exquisita ráfaga de humo de hoguera da paso lentamente a espuma marina salina y picante
Sabor: potente humo de turba y espuma marina picante se abren paso en el paladar, seguido de sabores de suave regaliz, canela picante y nuez moscada
Acabado en barrica: sin filtrado en frío para aportar un intenso acento de turba, este complejo y estructurado whisky envejece en barricas de roble de Bourbon, jerez y roble frances Limousine.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.